top of page

𝐋𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐚𝐜𝐢ó 𝐝𝐞𝐥 𝐞𝐧𝐨𝐣𝐨, 𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐢𝐧𝐧𝐨𝐯𝐚𝐜𝐢ó𝐧.

  • neburfm
  • hace 11 minutos
  • 2 Min. de lectura

“Uber nació para revolucionar la movilidad urbana.”



Pero la verdad es mucho más interesante.


La idea surgió en una noche nevada en París, cuando Travis Kalanick y Garrett Camp no podían conseguir un taxi. No había nada disponible, nadie respondía, y la ciudad estaba paralizada.



- No fue inspiración.


- No fue creatividad pura.


- No fue una visión disruptiva.



𝐅𝐮𝐞 𝐟𝐫𝐮𝐬𝐭𝐫𝐚𝐜𝐢ó𝐧. 𝐅𝐮𝐞 𝐞𝐧𝐨𝐣𝐨. 𝐅𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐧𝐬𝐚𝐧𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐝𝐞𝐩𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐦𝐚 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐨𝐜𝐫𝐞.



En una servilleta se dibujo el concepto:


- ¿Y si pudiéramos pedir un coche desde el teléfono?


- ¿Y si el transporte dejara de depender del azar?



Ese fue el verdadero origen.


- Uber no nació para “innovar”…


- Nació para vengarse de un sistema que no funcionaba.


- Se crearon modelos para evitar regulaciones.


- Diseñaron un algoritmo para burlar inspecciones.



Y escalaron a un ritmo que la industria del taxi no podía ni comprender.


Uber no fue disruptivo por ser tecnológico. Fue disruptivo porque no pidió permiso.



A veces las ideas más grandes no nacen en un laboratorio, ni en una sala de juntas, ni en un “brainstorm elegante”.


𝐍𝐚𝐜𝐞𝐧 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐮𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥 𝐝𝐢𝐜𝐞: “𝐄𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐡𝐚𝐫𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐟𝐮𝐧𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞 𝐭𝐚𝐧 𝐦𝐚𝐥. 𝐋𝐨 𝐯𝐨𝐲 𝐚 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐚𝐫 𝐲𝐨.”



Y esa es la parte que muchas organizaciones todavía no entienden.



- No se innova con procesos eternos.


- No se innova con personas que necesitan permiso para todo.


- No se innova con miedo a incomodar.



𝐋𝐚 𝐢𝐧𝐧𝐨𝐯𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐫𝐞𝐚𝐥 𝐬𝐮𝐞𝐥𝐞 𝐧𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐥𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞: 𝐄𝐧 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐨𝐬, 𝐥𝐚 𝐦𝐨𝐥𝐞𝐬𝐭𝐢𝐚, 𝐥𝐚 𝐟𝐫𝐮𝐬𝐭𝐫𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐲 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐥 𝐞𝐧𝐨𝐣𝐨.



ree
 
 
 

Comentarios


bottom of page